El viernes 18 de octubre se presenta en la Universitat de Barcelona el libro "Un país de lletrats i analfabets. Pràctiques d'escriptura en el llindar de la modernitat" de Alfred García Femenia.
Todos sabemos escribir. Uno de los grandes éxitos de la sociedad occidental actual es que esta herramienta cultural ha llegado a todo el mundo y que, con mejor o peor calidad, sabemos identificar las letras y componer palabras. No obstante, no siempre ha sido así. El periodo de máximo esplendor político, económico, cultural y demográfico del País Valenciano, los siglos a caballo entre la Edad Media y la Moderna, estuvo caracterizado, por el contrario, por unos elevados porcentajes de analfabetismo entre nuestros antepasados, como también sucedía en el resto de estados de la Corona de Aragón y de la Europa del momento. Algunas de estas personas, a pesar de no saber de letras, sintieron la necesidad de acercarse a la palabra escrita y lo hicieron usando diferentes estrategias que les permitían mantener la autoría intelectual de los escritos. Para cambiar esta situación, tenían que aprender a leer y a escribir –en casa, en la escuela, en el taller–, algo que no estaba al alcance de todo el mundo. Una vez superado el obstáculo del desconocimiento lectoescritor, se incluirían en el minúsculo grupo de los alfabetizados, un conjunto de personas que, dependiendo de las horas dedicadas a escribir, tendrían más o menos capacidad para demostrar que formaban parte de esta élite. En esta monografía se relata cómo las clases medias y bajas valencianas y del resto de la confederación hacían uso del producto escrito, estuvieran o no alfabetizadas. También se analiza el valor que se daba a la escritura en un momento en el que el acceso a la educación estaba solo al alcance de unos pocos.