A cargo del científico Raimon Guitart, autor del libro Tóxicos. Los enemigos de la vida, publicado por Edicions UAB, un sello del Servicio de Publicaciones de la Universidad Autónoma de Barcelona. En esta sesión queremos reflexionar acerca de un metal tóxico y probablemente cancerígeno que se ha asociado desde siempre a la munición de las armas de fuego: el plomo.
Millones de aves, especialmente patos, mueren cada año intoxicados por la ingesta de perdigones que encuentran en su entorno. Pero, últimamente, el caso de personas que han ingerido carne de caza contaminada con fragmentos de bala, el mismo mecanismo por el cual se intoxican las aves rapaces, ha generado una gran polémica.
Históricamente, ningún agente tóxico ha provocado tantos problemas entre humanos y animales. ¿Sería necesario desterrarlo definitivamente de deportes como la caza, el tiro y la pesca deportiva? Organizaciones internacionales como la OMS, la UNEP o la FAO, ¿deberían intervenir? ¿Y qué pasa con el Comité Olímpico Internacional?
La toxicología actual está más centrada en prevenir que en curar. El uso del plomo en el deporte tiene implicaciones sociales y económicas, además de ecológicas y sanitarias. El plomo, un ejemplo de toxicología en acción.
Tóxicos. Los enemigos de la vida
Los tóxicos son inherentes a la vida: forman parte del universo desde sus mismos orígenes y debemos convivir con esa realidad. Los venenos, las drogas y los contaminantes son solo algunas de las sustancias que solemos englobar bajo ese nombre, y su diversidad es casi infinita: algunos los fabrican los propios seres vivos (las botulinas, las aflatoxinas o el curare), otros se han empleado como armas ofensivas (el arsénico, la ricina o el polonio-210), los hay que tienen usos lúdicos (la nicotina, la morfina, la heroína o el LSD) y varios más se acumulan en el medio ambiente como contaminantes (el metilmercurio, el DDT o las dioxinas). Algunos, tristemente célebres, han dado su nombre a enfermedades (síndrome del aceite tóxico, enfermedad de Itai-Itai, síndrome de Minamata) o han quedado asociados a alguna catástrofe de la que fueron causantes (tragedia de Bhopal, el desastre de la talidomida). Su paso por la historia los ha hecho protagonistas de conflictos (las guerras del Opio), de inventos (la jeringa hipodérmica) o del modelo actual de las ciudades (smog de Londres en 1952 y sus cuatro mil muertes), y también responsables de asesinatos puntuales (el emperador Claudio, Markov, Litvinenko) o de sistemas de ejecución (el cianuro en el Holocausto, la inyección letal). Y, si bien la mayoría son agentes químicos, los hay algunos que son físicos, como los rayos X o los rayos gamma. Estos y otros muchos asuntos aborda el presente volumen, un recorrido amplio, perfectamente asequible y rico en información rigurosa en torno a esa miríada de sustancias que conocemos como tóxicos, inherentes a la vida y que tan a menudo la han puesto en peligro. Un mundo que debemos conocer mejor y que nos fascina en la misma medida en que nos inquieta.
Raimon Guitart (Barcelona, 1959) es toxicólogo en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), dond