"Aquí, en la tribu política escribe poca gente. Es una pena. En Francia, Reino Unido, Alemania o Italia, los políticos escriben y, por lo común, además bien".
Ricard Pérez Casado no es solo el alcalde que impulsó, recién estrenada la democracia, la renovación urbana de la ciudad, el de la Valencia de la democracia y la autonomía, del impulso urbano y de la ilusión colectiva. Es también y sobre todo un intelectual comprometido, un analista, un estudioso de la política y el urbanismo. Hombre de convicciones y de amplia trayectoria pública, reivindica su legado frente a la obscenidad del olvido o la difamación, y detalla en estas páginas las claves de su hacer en tantos episodios políticos y profesionales, que arrancan de las dificultades de una posguerra hosca, en un hogar de republicanos derrotados, y culminan en una trayectoria pública relevante, en València, Mostar, Madrid y el Congreso de los Diputados o Barcelona. En tiempos de descrédito de la política, el testimonio de Ricard Pérez Casado cobra una especial significación.
P. ¿Cómo y por qué acaban sus memorias políticas publicadas por la Universitat de València?
R. Sencillo. La insistencia de profesores de Facultades diferentes, de Historia, de Geografía, de Economía, y también de la otra Universidad de Valencia, la Politécnica. Me dejo algunos de otros centros académicos. Una amable insistencia de la que dejo constancia en el texto, sin agotarla. Todos ellos insistían en un único objetivo: disponer del relato de un testimonio directo sobre hechos ocurridos en la ciudad y en otras partes en mi dedicación política pública. Mi relación con las dos Universidades viene de años anteriores a toda representación pública, y mi compromiso universitario alcanza al presente.
P. ¿Qué aportan al ámbito académico?
R. En tanto que "académico", al menos por titulación y vocación, siempre he acudido a los testimonios directos, con todos los defectos que puedan contener y contienen. En mi caso, el valor testimonial de una época que comienza a antojarse lejana, y además una reflexión sobre el valor de la ciudad como escenario de la posible solución de los conflictos. En la ciudad "pasa todo" decía Octavio Paz. Y una preocupación muy actual, la del retorno de la política como instrumento para la solución de los conflictos. Creo que son temas que interesan al ámbito académico, que son objeto de investigación y docencia en disciplinas diferentes pero todas ellas vinculadas entre sí.
P. ¿Y a los valencianos?
R. A los valencianos y valencianas de la ciudad de Valencia les puede proporcionar alguna respuesta a muchas de las preguntas que me han formulado, y se han propuesto, en los últimos años acerca de los porqués de algunos acontecimientos políticos de los años ochenta, de la autonomía, de las identidades, o, menos trascendente, de mi dimisión. A la vez que un recordatorio de una época en la que se daban la mano la ilusión y la reivindicación, el rechazo al pasado y el abrazo a un futuro que no era todavía cierto.
P. ¿Y al PSOE?
R. Esto habría que preguntárselo a los dirigentes, supongo que del PSOE y del PSPV, de entonces y de ahora.
P. ¿Y al conjunto de la ciudadanía?
R. Una reflexión acerca del funcionamiento de los partidos políticos por una parte. De otra, la necesidad de recuperar la política, y de situar a la ciudadanía en el centro de la reflexión y de la acción políticas. Un ejemplo además del enorme esfuerzo empeñado en la transformación de las ciudades, de la que la mía, Valencia, es un ejemplo que se une a la gran renovación urbana de la España democrática a partir de las retardadas elecciones locales de abril de 1979.
P. ¿ Y a usted?
R. La satisfacción nunca compl