Muchas de las actividades de la ciencia, la técnica, el arte, el diseño, el lenguaje, la política, la planificación cotidiana, etc., están relacionadas con actos representacionales. También decimos que mis ideas representan esto o aquello o, a la inversa, que mis ideas están representadas por tal o cual representante político.
«Representar» es, por tanto, un concepto ubicuo. Sin embargo, no está claro qué entendemos por representación en todos esos ámbitos. En concreto no entendemos bien qué es lo que representamos o cómo lo hacemos.
Las ocho contribuciones de este volumen procuran aportar nuevas visiones sobre la actividad representacional, alejadas de la imagen tradicional de la representación sustentada en la semejanza (en la ciencia) o la figuración (en el arte). Ellas invitan a abordarla articulando nuevas dimensiones que permiten, más allá de los problemas particulares abordados, arrojar nueva luz sobre la perspectiva esencialmente performativa de las representaciones como dispositivos constitutivos de mundo(s).