El año pasado la Institució Alfons el Magnànim-Centre Valencià d'Estudis i d'Investigació inició una nueva colección literaria dirigida por Xavier Serra, Moment. Memorialística, y destinada a divulgar la literatura memorialística (dietarios, autobiografías, memorias, epistolarios), que ahora da nuevamente sus frutos, en forma de dos nuevos libros. Abrió la colección el Diari de Sotaia, de Joan Pellicer, que tuvo una acogida excelente y del cual, muy pronto, saldrá a la venta la tercera edición.
Ahora ven la luz dos nuevos títulos: las Memòries de les meues vicissituds polítiques des del 1820 fins al 1836, del famoso editor liberal Marià Cabrerizo, traducidas por Rubén Luzón, y Camil Albert. Memòries de la viuda d’un anarquista, una obra escrita por Matilde Gras y traducida ahora por Salvador Vendrell, que es también el autor de la introducción. Y, muy pronto, podremos disfrutar del cuarto número de la colección, El temps guanyat. Memòries d’un mestre valencià, del profesor y sindicalista Vicent Esteve Montalvà, que falleció el pasado 30 de marzo.
Estos dos libros se presentarán en València, el próximo jueves 12 de abril, a las 19’00 horas, en la Biblioteca Pública Pilar Faus (Hospital, 13); y en Sueca, el viernes 13 de abril, a las 20’00 horas, en la Sala Els Porxets (Sequial, 1). Las dos presentaciones contarán con la participación de Graciela Candela Albert, nieta de Matilde Gras y Camil Albert; Salvador Vendrell, traductor del libro de Gras; Rubén Luzón, traductor del de Cabrerizo; y Vicent Ferri, jefe de publicaciones del Magnànim.
La lucha contra el poder a través de los testimonios de Cabrerizo y Gras
Marià Cabrerizo fue uno de los editores más importantes del país en el siglo XIX. Durante el Trienio Liberal fue oficial de la milicia nacional y concejal del Ayuntamiento d eValència. Por este motivo, fue perseguido y encarcelado por los absolutistas y juzgado por tribunales civiles y eclesiásticos. En sus memorias, que parecen una novela de aventuras, relata su captura por parte de las tropas absolutistas y su posterior encarcelamiento en el castillo de Sagunto y las torres de Quart. Convirtió lo que tenía que ser un alegato en defensa propia, en una narración ceñida a los acontecimientos históricos y rica en detalles minuciosos de la vida de un prisionero.
Matilde Gras (1901-1975), por su parte, tenía diecinueve años cuando conoció en un mitin al anarquista Camil Albert. Después de una vida agitada con su compañero y de padecer a su lado toda clase de persecuciones jurídicas y policiales, al final de la Guerra Civil tuvo que vivir su tortura y muerte. Privada de todo, resistió los tiempos de la represión franquista y, a los sesenta y ocho años, empezó una empresa que la hace admirable a nuestros ojos. Sin ningún tipo de rencor y a pesar de no haber recibido los beneficios de una formación académica, decidió escribir sus memorias y supo mostrarnos en una narración ágil y emotiva su mentalidad y la de muchos hombres y mujeres que vivieron aquellos acontecimientos históricos.
Las versiones que han hecho Rubén Luzón y Salvador Vendrell sin duda han contribuido a hacer más accesibles al público actual estos escritos memorialísticos valencianos que, a pesar de su considerable interés, hasta ahora habían tenido una escasa divulgación.
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