Esta obra de María José Jiménez Tomé profundiza, a partir de la amistad entre Vicente Aleixandre y Bernabé Fernández-Canivell, bibliófilo, editor y mecenas malagueño, en la factura y producción de un bellísimo volumen de poesía como fue Poemas Paradisiacos. La vieja distancia entre Madrid, donde residía Aleixandre y Málaga les obliga a un largo intercambio epistolar, a través de correspondencia y fotografías hasta ahora inéditas se relata al detalle esta aventura editorial.