"Parlem d'economia" analiza la situación socioeconómica del Camp de Tarragona y las Terres de l'Ebre

Diciembre, 20, 2022

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El libro de Publicacions URV impulsado por la Cátedra para el Fomento de la Innovación Empresarial relata las transformaciones sociales, empresariales y económicas frente al reto del cambio climático, la disminución de las diferencias sociales y la lucha contra la pobreza y apunta las herramientas y carencias para hacer frente al futuro inmediato como territorio.

Parlem d’Economia. Estudi del Camp de Tarragona i Terres de l’Ebre 2016-2021  es el libro de la Cátedra para el Fomento de la Innovación Empresarial que firman los economistas Joaquim Margalef y Josep Alcoceba. El estudio es un análisis de la situación socioeconómica del territorio para entender dónde estamos y con qué herramientas y con qué carencias debemos hacer frente al presente y futuro inmediato como territorio: transformaciones sociales, empresariales y económicas frente al reto del cambio climático, la disminución de las diferencias sociales y la lucha contra la pobreza, entre otros.

Los autores han analizado los datos de las principales fuentes de información y de los informes trimestrales de coyuntura publicados por la propia Cátedra, lo que realiza el estudio especialmente interesante y complejo. Contemplan con una perspectiva temporal amplia en los últimos años, lo que les permite reflexionar sobre las premoniciones o puntos críticos de la economía de la zona que los economistas señalaban cada año y que siguen siendo vigentes.

Han presentado el volumen, editado por Publicacions URV, en un acto en la sede del Colegio de Economistas de Tarragona. Acompañaron a Joaquim Margalef y Josep Alcoceba, Mercedes Teruel, directora de la Cátedra para el Fomento de la Innovación Empresarial de la URV, Agustí Segarra, catedrático de Economía Aplicada de la URV, y Miquel Àngel Fuster, presidente de la sede de Tarragona del Colegio de Economistas.

El impacto de la Covid y los rebotes, la preocupación por la subida de precios y las políticas fiscales y monetarias aplicadas o el conflicto bélico europeo entre Rusia y Ucrania aparecen en el libro, que ofrece también un análisis de la estructura del mercado laboral, la tipología de contratos y sus consecuencias en la pirámide poblacional, las inelasticidades, una tasa de actividad inferior a la media catalana y la capacidad exportadora del territorio, entre otros.

Las conclusiones

Joaquim Margalef y Josep Alcoceba apuntan cinco conclusiones principales sobre la economía del territorio. En primer lugar, continúan las dificultades de creación de empleo, lo que conlleva niveles elevados de paro, con unas tasas muy elevadas y un elevado porcentaje de parados de larga duración que tienen muchas dificultades para incorporarse al mercado laboral. La contratación laboral de la zona se caracteriza por su fuerte temporalidad y eventualidad de contratos.

En segundo lugar, la oferta empresarial se mantiene, pero se observa un fenómeno contradictorio: existe un ligero incremento de las personas físicas mientras que las jurídicas disminuyen. A pesar de esta particularidad, existe un grupo significativo de empresas de más de 50 trabajadores esenciales en el tejido productivo de la zona en diversos sectores.

En tercer lugar, en términos de empleo, la economía se ha terciarizado, mientras que la mayoría del valor añadido se obtiene de la industria energética y química. Esta terciarización no es de actividades excesivamente competitivas, sino muy ligadas al ocio, actividades comerciales, administración y servicios derivados.

En cuarto lugar, el comercio con el exterior muestra un saldo negativo al predominar las importaciones. Esto permite una distribución hacia el mercado interior y una reexportación de productos elaborados con las compras en el exterior, principalmente en el sector químico. Aparte de esto, existe un aumento de la propensión de ventas al exterior por parte de pequeñas y medianas empresas de la zona, con una exportación no siempre regular y muy orientada hacia la zona euro.

En quinto lugar, las expectativas inversoras en la zona dependen mucho de decisiones externas y no de una dinámica de acumulación de actividades productivas asentadas. Son varios los indicadores que reflejan esta situación: por un lado, el menor dinamismo inversor en sociedades, y por otro, la caída de los créditos bancarios en el área y la disminución del apalancamiento por el aumento de los depósitos.

Margalef y Alcoceba detallan que las características estructurales condicionan la capacidad de reacción de la demarcación de Tarragona frente a las crisis económicas. Así, la salida de la crisis de 2008 duró 8 años y hacia 2019 parecía que la actividad de la zona cogía fuerza y ​​podía iniciar cambios estructurales para compensar las inelasticidades que la dinámica productiva de la zona generaba. Sin embargo, la crisis de 2020 fue un imprevisto que volvió a frenar las expectativas que se habían generado. Los indicadores parecen mostrar que, después de la crisis de 2020, en 2022 se alcanzarán algunos de los valores de 2019.

Por último, el actual marco de inflación, de crisis climática, de cambio energético y de contener los efectos de pobreza ha determinado las líneas de la política económica tanto de la Unión Europea como del Banco Central Europeo, así como de los gobiernos de los Estados miembros , que han afrontado la crisis de 2020 de forma completamente distinta a la de 2008. Se ha dado liquidez, se han hecho elevadas transferencias y se han planteado ayudas a la inversión, lo que implica un importante refuerzo de los fondos europeos. Los recursos invertidos en el Next Generation es un ejemplo de esta política que ya ha empezado a aplicarse.

Los autores remarcan que Tarragona quiere participar en el aprovechamiento de estos recursos, lo que puede suponer cambios significativos en la adaptación de la economía de la zona a los equilibrios energéticos y medioambientales en los que se enmarca. De todos modos, es necesario realizar un esfuerzo especial para que los proyectos elaborados lleguen a empresas medianas, ya que pueden ser uno de los motores esenciales del cambio productivo en la zona.