Encuentro tres estupendos cambios en los últimos años de las ediciones universitarias: la buena factura de la mayoría de libros universitarios, mejoría que atribuyo a una mayor autoexigencia; el mejor y más extendido uso de las nuevas tecnologías; y la toma de conciencia, en buena medida gracias a la labor de la UNE, de la necesidad de la promoción y difusión de su imagen y sus producciones. Ver artículo completo en Unelibros Otoño 2012, página 36