La obra profundiza en una articulación de trabajos dicotómicos pero complementarios. En dos grandes bloques se estructuran los ejes que dan título a la obra: una primera mirada reflexiva sobre las implicaciones del proceso de envejecer, y una segunda riada de respuestas con aportaciones de investigaciones en distintas fases de desarrollo. Los prismas inciden en aspectos caleidoscópicos del buen envejecer, como el mantenimiento de la funcionalidad, el control de la tensión arterial, el desarrollo de la capacidad intrínseca, así como las acciones desde grupos específicos como el colegio de médicos, las políticas municipales en el área de mayores, o el pa-pel de las TICS en el campo de las terapias no farmacológicas. En lo relativo a las respuestas, estas agrupan una diversidad temática amplia que va desde el papel de los estereotipos negativos, el impacto de la pandemia del COVID-19, la relación entre bienestar y fragilidad, el papel de las universidades de mayores, o los grupos de formación en salud relativo al envejecimiento, hasta la importancia de las multireservas para amortiguar el deterioro cognitivo.