El estudio del cine clásico japonés tiende a priorizar la época de posguerra en detrimento de las primeras décadas del siglo xx, principalmente por la falta de material fílmico existente y por un modelo de estudio que favorece las imágenes o la autoría por encima de otros elementos. El cine japonés de la época Meiji y Taisho es un cine diverso y altamente experimental en cuanto a influencias y modos de creación y exhibición. Los narradores conocidos como benshi son un ejemplo de cómo el cine japonés silente generó no solo un modelo único de exhibición, sino que con su labor delimitó la manera de pensar y de hacer cine e influyó en directores como Ozu o Mizoguchi.
Autora: María Nieves Moreno Redondo
Páginas: 356