La música, a diferencia de otras artes, depende de una intermediación necesaria: la interpretación, que es la que traslada la obra creada al público. Esto hace que la figura del intérprete no solo no debería ser ignorada, sino estudiada conforme a la grandísima importancia que tiene para el resultado final. Y este es el gran vacío sobre el que se ha construido la historia de la música hasta tiempos recientes. La impresionante trayectoria de Leopoldo Querol Roso, con una técnica y retentiva musical prodigiosa, se analiza en el libro, profusamente ilustrado con imágenes, partituras y documentación. Coedició: Diputació de Castelló |
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