La exhibición de simbología religiosa en lugares públicos es una cuestión no resuelta por el parlamento en más de cuarenta años de Constitución. Parte de la confusión y carencia de garantías legales, viene de la inexistencia de leyes o normas que fijan los criterios de actuación en la defensa de los derechos inherentes a la cuestión religiosa. En una democracia consolidada no tendría que quedar en manos de criterios personalistas de la judicatura aquello que tiene que resolver el poder legislativo.
El objetivo del libro se centra en ayudar al análisis de la situación, para encontrar la resolución justa. La obra se ha redactado de manera amena, dentro de lo que permite la expresión legalista del relato, e incluye ejemplos y comparaciones jurisprudenciales y legales de organismos estatales internacionales.