Sevilla mantuvo durante la década de 1980, con sus idas y venidas, una intensa y plural vidacreativa, que pronto fue seguida desde círculos nacionales e internacionales. La aparición de galeristas como Juana de Aizpuru o Pepe Cobo —con La Máquina Española—, el interés de curadores nacionales y extranjeros y el apoyo coyuntural de los estamentos políticos contribuyó, sin duda, a tal emergencia. Así, el grupo de jóvenes creadores que iniciaron su carrera durante esta década —la denominada “Generación sevillana de los ’80”— iba a alcanzar un amplio eco en el panorama artístico del momento. Algunos de ellos incluso obtuvieron un relativo éxito internacional, dando a la ciudad, momentáneamente, cierta pujanza como centro creativo.
Este estudio no es un “análisis estilístico” ni un “balance crítico”. Pretende ser, exclusivamente, una “evaluación historiográfica” centrada en la relación de artistas de esta Generación con el mercado y el sistema de las artes, apoyándose en datos concretos (exposiciones, colaboraciones con galerías, etc.) que permiten una evaluación objetiva de las trayectorias profesionales de Rafael Agredano, Javier Buzón, Patricio Cabrera, Ricardo Cadenas, Curro González, Federico Guzmán, Abraham Lacalle, Pedro Mora, Guillermo Paneque y Antonio Sosa.
Los datos recopilados en este trabajo muestran sólo una “foto fija” de unos años determinados (1982-2015). Es importante remarcarlo porque el tiempo continúa y, consecuentemente, la producción, las carreras y la vida de los artistas también lo hacen, lo que invita a interpretados en un contexto temporal que se desarrolle hacia el futuro: la mayoría de las veces se olvida que una cuestión es la “carrera profesional” y otra, muy diferente, la propia obra de los artistas mientras permanecen en activo.