Entre los años 2013 y 2016, el concepto de autonomía estratégica comenzó a emplearse en la Unión Europea (UE) en ámbitos muy específicos, como los de seguridad y defensa. En apenas una década el contenido de este concepto se enriqueció y su uso se extendió a sectores como los de la salud y las energías, las cadenas de valor y suministros estratégicos. En la actualidad, la autonomía estratégica se proyecta en casi todas las áreas políticas de la Unión.
Defender los intereses de la UE en un entorno geopolítico hostil y mitigar la dependencia respecto a cadenas de suministro extracomunitarias, son citados como ejemplos de una autonomía estratégica que ha pasado de ser un concepto a ser una capacidad. Esta imperiosa necesidad de actuar ante distintos retos comunes de la Unión ha contribuido a hablar incluso de soberanía europea.
Esta obra colectiva es una de las primeras obras monográficas publicadas hasta la fecha sobre esta materia. Desde diferentes enfoques y disciplinas, se ofrece, por una parte, una interesante panorámica de los conceptos de autonomía estratégica y de soberanía europea. Esas discusiones marco son completadas, de otra parte, con trabajos que abordan las proyecciones de la autonomía estratégica en relevantes áreas políticas de la Unión Europea, como es caso del control de fronteras, la seguridad y defensa o la salud.