Este volumen del diario de campo etnográfico (1976) sobre Calasparra, Murcia, completa el primer diario (1971-1974), publicado en 2015. El diario reúne palabras, experiencias y esbozos de trayectorias de vida, de gente humilde sobre todo, la más común, que muestra sus condiciones de vida y perspectivas de futuro.
Ofrece información también sobre la interrelación de dos modelos de organización social y cultural: uno centrado en el principio de jerarquía y los valores de la tradición; y el segundo, en el individuo, su iniciativa y valores como el mérito y su recompensa en forma de poder. Refleja no solo una realidad histórica local, sino también la de la antropología social en España en una determinada época a través de su práctica. Contribuye a la formación de una memoria colectiva local rica y diversa y, por ello, se opone a reducciones identitarias y patrimoniales de la cultura. El diario etnográfico puede ser útil a los historiadores en la elaboración de una historia de las transformaciones de la organización social y cultural de la sociedad española, pero principalmente a los antropólogos, porque es un documento que refleja el método etnográfico.