La Universidad Pública de Navarra (UPNA) acaba de editar y publicar el libro “En busca de la verdad sobre la brujería. Los memoriales del inquisidor Salazar y otros documentos relevantes sobre el auto de fe de 1610”, del investigador danés Gustav Henningsen, considerado uno de los mayores expertos internacionales en el fenómeno histórico y antropológico de la brujería. El volumen, en tapa dura, puede adquirirse al precio de 30 euros en papel o 20, en pdf, en la tienda “online” de la Universidad.
El libro ha sido presentado hoy, martes 4 de enero, por Roldán Jimeno Aranguren, profesor titular de Historia del Derecho y de las instituciones en la Universidad Pública de Navarra y por Juan Ignacio Panizo Santos, jefe de la Sección de Archivo de la Biblioteca Nacional de España. La edición en castellano de este libro, únicamente disponible en inglés hasta la fecha, se enmarca en la reciente donación que realizó el investigador de su archivo y biblioteca personales a la UPNA. Cabe recordar que la institución, además de corresponder con la edición de este libro, realizó, junto con el Gobierno de Navarra, un homenaje al investigador y a su esposa, Marisa Rey-Henningsen, el pasado mes de noviembre.
“En busca de la verdad sobre la brujería” analiza el fenómeno desde sus ángulos psicológico, sociológico y antropológico y se detiene en la figura del inquisidor Alonso de Salazar Frías, cuyo papel fue determinante para que se acabase con la persecución. La primera parte del libro analiza la anatomía de la histeria colectiva o epidemia de ensoñaciones que supuso el fenómeno de las brujas, en la que los niños y niñas de los pueblos referían secuestros nocturnos y aquelarres y, en la segunda parte, se ofrece la transcripción de los informes redactados por el inquisidor a partir de testimonios oculares, precedidos de una introducción explicativa.
El abogado de las brujas
Tal y como se pone de manifiesto en el libro, uno de los capítulos de la historia de Navarra más conocidos a nivel internacional es el relativo a los supuestos brujos y brujas de Zugarramurdi, Urdax y otras localidades baztanesas, condenados en el célebre auto de fe de Logroño de 1610. El proceso, que se saldó con docenas de personas arrestadas, centenares de sospechosas y once quemadas (seis en persona y otras cinco, en efigie), comenzó a variar inesperadamente cuando en junio de 1609 se incorporó al Tribunal de Logroño un nuevo inquisidor, Alonso de Salazar Frías.
Este sacerdote e inquisidor de origen burgalés disintió con la forma en que se llevó el proceso por parte de los otros dos inquisidores y con las propias sentencias. Los memoriales de Salazar, de más de 11.000 páginas manuscritas, fueron determinantes para que el Consejo de Inquisición dictase unas Nuevas Instrucciones, en agosto de 1614, sobre el delito de brujería, diferenciando las cuestiones que tenían que ver con la superstición de los hechos probados. Y lo fueron también para que, el Santo Oficio, años después, admitiera los errores cometidos en el proceso contra la secta de brujas y prohibiera las confesiones y acusaciones públicas de brujería en su Edicto de Silencio de 1620. La figura del inquisidor despertó la curiosidad del antropólogo e historiador Gustav Henningsen quien, a mediados de los años sesenta, dedicó su tesis doctoral a estudiar a quien él denominó “el abogado de las brujas”.
En concreto, el libro editado por la UPNA se basa en la obra “The Salazar documents: Inquisitor Alonso de Salazar Frías and others on the Basque Witch Persecution”, publicada en inglés en 2004 y parcialmente traducida al castellano por Marisa Rey-Hennigsen. Es, a su vez, un desarrollo de su obra clásica “The witches’ advocate. Basque witchcraft and the Spanish Inquisition” (1980).