Dos físicos teóricos en activo no siempre tienen la generosidad (¡ni el tiempo!) de escribir física moderna, a la vez rigurosa y accesible, para cualquier ciudadano, razón por la cual hay que celebrar la publicación de este libro, una obra sin duda llamada a crear afición a la física: a hacerla, a comprenderla, a nutrirse de sus ideas y proyectarla en otras actividades creativas. Uno de los rasgos esenciales de toda ciencia en general, pero muy particularmente de la física fundamental, es la enorme dificultad que el pensador encuentra para intuir la realidad. Pero ahí reside también la grandeza de la física moderna: capacidad para comprender aún cuando casi nada de la realidad se puede intuir. Estas páginas acompañan a los lectores en un viaje apasionante, un trayecto por las cumbres y profundidades de la física actual, de la mano de dos científicos con las ideas y las palabras claras.
P. Antimateria, magia y poesía. ¿Qué relación tienen estos tres conceptos con la Física?
R. La antimateria es parte del Universo material. De hecho, uno de los grandes misterios es su escasa cantidad en comparación con la materia. La magia se presenta en el libro como la capacidad que tienen algunos grandes físicos de razonar intuyendo e intuir razonando. Y la poesía radica en la inexplicable belleza que subyace a las grandes ideas de la física, habitualmente más hermosas que aquello que describen, al punto de que el criterio estético resulte incluso efectivo en la investigación básica.
P. ¿Por qué han recurrido ustedes a ellos para escribir un libro de divulgación?
R. Compartimos el estupor ante el desapego que tanta gente siente por algo tan hermoso. El libro es nuestro modesto esfuerzo por intentar remediarlo. Si alguien desea privarse del goce que produce el ingenio humano, de la emoción de los momentos estelares de la historia del pensamiento científico, al menos que lo haga con conocimiento de causa.
P. ¿Podemos comprender mejor los fenómenos físicos a través de la imaginación?
R. La imaginación es la cara amable de la abstracción. Es necesaria para evitar perderse en lo particular y aumentar el grosor del trazo con el que vemos la realidad de modo de poder visualizar lo genérico y universal. Ayuda a despegarse del suelo y sobrevolar territorios inexplorados.
P. Pónganos un ejemplo
R. La teoría del Big Bang. Observamos que todas las galaxias se alejan de nosotros y de ahí deducimos que, bajo la premisa de que no estamos en un lugar especial del Universo, éste está en expansión. Luego imaginamos lo que tendría que haber ocurrido en sus comienzos, rebobinando, viendo la película hacia atrás. Así, somos capaces de espiar su nacimiento sin haber estado allí.
P. ¿Y de la estética?
R. Es posible comprender fenómenos físicos a partir de la estética, pero es necesario un entrenamiento previo. La estética en física está vinculada al orden, las simetrías y sus formas de representación matemática.
P. Por ejemplo
R. El ejemplo por excelencia es la predicción de la antimateria por parte de Paul Dirac al intentar describir al electrón de acuerdo a los principios de la Relatividad. En un terreno en el que debía moverse a ciegas, utilizó la estética como criterio de verdad y tuvo un acierto espectacular.
P. ¿Cómo han influido la filosofía, la estética y la poesía en los grandes descubrimientos de la Física?
R. Es una pregunta compleja. Encuentro razones para decir que de ninguna manera y otras para decir que sí lo han hecho. Pienso en poetas como Edgar Allan Poe, que comprendieron antes que nadie que el Universo tuvo un inicio. O en filósofos como Baruch Spinoza, cuyas ideas sobre el orden natural fueron un punto de inflexión en la historia del pensamiento.
P. Además de grandes físicos, ¿qué eran Albert Einstein, Isaac Newton y Stephen Hawking, por ejemplo, desde esa otra dimensión que ustedes abordan su trabajo?
R. Además de poseer una enorme capacidad intelectual, los tres han sido, a su manera, personas apasionadas, obstinadas, perseverantes, amantes de la verdad. Todos ellos han sabido ver como nadie la belleza estructural del Universo y nos han dejado el maravilloso legado de sus hallazgos.
P. ¿Podríamos decir que la observación, la experimentación, el cálculo … no bastan para alcanzar grandes descubrimientos físicos?
R. La historia de los descubrimientos físicos es amplia y ha habido de todo. Desde el hallazgo providencial (la radioactividad, los cuasicristales, el reciente descubrimiento del grafeno...) hasta la deducción temeraria basada en argumentos estéticos (Dirac y la antimateria, entre tantos otros en el mundo de las partículas elementales). Pocos descubrimientos han sido alcanzados siguiendo el método científico ortodoxo.
P. ¿Qué otros conceptos no científicos formarían parte del hallazgo científico?
R. La tenacidad y la perseverancia. La audacia para “ver” algo de lo que nadie se percató antes aunque estuviera a la vista de todos. En ocasiones puede que el humor. No sé en qué medida la propuesta de la existencia de neutrinos por parte de Wolfgang Pauli estuvo ligada a la forma extravagante y lúdica que eligió para darla a saber. Proponer la existencia de una partícula invisible era un riesgo muy grande y es posible que Pauli se haya animado a explorar la idea una vez que urdió un plan para evitar confrontar a la comunidad científica en el momento de comunicarlo.
Pie de foto. El libro se presentó en el espacio UNE de la librería Gallaecia Liber en un acto en el que participaron el catedrático de Medicina Ángel Carracedo (d), Juan L. Blanco Valdés, director de Publicaciones de la USC (i); y José Edelstein, coautor de la obra (c).