El coordinador de la Librería de la Universitat de València responde a unas preguntas formuladas por Prensa UNE con motivo de la celebración del Día de las Librerías 2020.
P. Después del parón del estado de alarma, ¿cuándo decidió la librería reabrir sus puertas?
R. Al día siguiente de levantarse el estado de alarma. Es cierto que lo hicimos con restricciones de aforo y horarios más limitados; y sin la posibilidad de deambular por las secciones, pero atendiendo y ayudando desde el primer momento. Todos los usuarios que han necesitado nuestra ayuda han tenido nuestra puerta abierta desde el primer día.
P. ¿Qué servicios está prestando?
R. Venta en el espacio de la librería y venta a través de la web
P. ¿Cómo está siendo la respuesta del público?
R. Comprensión por la situación y deseo de vuelta a la normalidad.
P. ¿Cuáles son las principales consecuencias de esta pandemia para la librería?
R. Una disminución de las ventas y mayores dificultades para visibilizar los libros. Las restricciones a la circulación de personas y el ánimo general de preocupación e incertidumbre no ayudan a que aumenten las visitas a las librerías. Ni a comprar más allá de lo estrictamente necesario. Se pierde la venta de impulso y la de libros interesantes que no se conocen pero que al descubrirlos en las mesas de novedades o en las estanterías, se revelan necesarios. Hemos de ser optimistas, pero sin cerrar los ojos a la realidad.
P. ¿Han decidido suplir las posibles consecuencias negativas de algún modo?
R. Facilitando un servicio de cita previa y los envíos a domicilio sin gastos de mensajería para compras superiores a los 19€.
P. El 13 de noviembre se celebra el día de las librerías. ¿Qué significa para la universidad y la ciudad tener la librería abierta?
R. Una muestra del compromiso con el libro y la cultura. Hemos de continuar aportando nuestra contribución a la difusión y visibilidad del valioso catálogo que las editoriales de las universidades hemos construido. Tener la puerta abierta es tener abierta la puerta a la esperanza.