Este libro cuenta la situación, desde el siglo XV, de la limpieza de la villa fue una de las principales preocupaciones del Concejo madrileño. A lo largo de los algo más de cuatro siglos que se estudian en esta obra, la limpieza primero, el aseo y decoro después y la salubridad e higiene posteriormente, fueron una constante preocupación del municipio.
Estamos ante un problema permanente, con circunstancias cambiantes en cada momento histórico que trató de ser solucionado con unos medios endémicamente escasos aunque a veces se arbitrasen remedios extraordinarios, como en las limpiezasgenerales y mareas, que se organizaron con frecuencia para hacer frente a la suciedad extrema que sufría la villa de manera recurrente.
Las necesidades iban siempre por delante de los recursos técnicos,materiales, administrativos, económicos. La propia evolución de la ciudad, con fases de crecimiento urbano acelerado, agudizó el conflicto entre medios y necesidades. El relieve del solar madrileño y la escasez hídrica, especialmente aguda desde mediados del siglo XVII, no ayudaron a facilitar la recogida y canalización de basuras, desperdicios o aguas residuales.