Esta nueva publicación del CIS plantea una novedosa investigación empírica sobre los trastornos alimentarios y sus condicionantes sociales y culturales, prestando especial atención a las relaciones de género, a las diversas culturas de clase y a la conexión que la sociedad mantiene con el medio terapéutico. A lo largo de sus páginas se explora qué se considera trastorno alimentario, tanto por parte de los especialistas como de los afectados y allegados.
Además, se reconstruye la cultura de la alimentación de un grupo significativo de personas afectadas y de sus entornos familiares con el fin de analizar las razones sociales para comenzar a restringir la ingesta de alimentos y por qué, como consecuencia de ello, se genera un conflicto con aquéllos con los que se comparte la vida cotidiana. Por último, el libro plantea qué prácticas sociales, no sólo terapéuticas, permiten superar los trastornos alimentarios y defenderse de las presiones que emanan de los mercados de competencia corporal.