El catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Alicante, Enrique Giménez López, presenta mañana en la Universidad de Murcia su más reciente trabajo, el libro "Misión en Roma, Floridablanca y la extinción de los Jesuitas" en el que se analiza de manera detallada la delicada gestión romana que realizó en el siglo XVIII José Moñino, nombrado por el Rey Carlos III Conde de Floridablanca, sobre la base de la documentación que se conserva en los Archivos del Ministerio de Asuntos Exteriores, General de Simancas, Histórico Nacional de Madrid, y diarios de jesuitas depositados en el archivo de Loyola.
El noble murciano fue uno de los impulsores de la extinción de los jesuitas, algo que Moñino logró del Papa en agosto de 1773. El doctor Giménez refleja en su obra el perfil de político de gran talla, capaz de moverse con habilidad en el más complejo escenario de la política europea, como era Roma y que le supuso un lugar preferente en el entorno de la corte de Carlos III, que no tardaría en darle la máxima responsabilidad de los asuntos de España, una confianza que se mantendría inalterada en los años de vida que le quedaban al rey.
El libro ha sido publicado por Editum y será presentado mañana, miércoles, a las 10,30 horas en la sala Rector Loustau, en el edificio de la Convalecencia de Murcia. El acto se enmarca en las publicaciones realizadas por la Universidad de Murcia con motivo del II Centenario del nacimiento del Conde de Floridablanca.
La reunión científica servirá asimismo para presentar otras dos publicaciones, "Los hombres del despotismo ilustrado en España: El Conde de Floridablanca, edición facsimilar de Cayetano Alcázar Molina y "La gestión política y el pensamiento reformista del Conde de Floridablanca, segunda edición de Juan Hernández Franco.
Al acto asistirá el Rector de la Universidad de Murcia, Dr. Gómez Hernández.
El libro del profesor Giménez López presenta a un noble de gran complejidad política y en él se analizan todas y cada una de las audiencia que Moñino tuvo con el papa Clemente XIV. Desde la primera su estrategia resultó evidente: actitud firme y veladas amenazas dichas en un lenguaje suave, es decir, vigor y dulzura combinados adecuadamente. Y esa será su norma de actuación, y con la que estuvo seguro de obtener el éxito.
Fuente: Oficina de Comunicación de la Universidad de Alicante