El investigador Pedro Luengo, graduado superior en o?rgano y doctor en Historia del Arte por la Universidad de Sevilla, ha presentado su libro 'Francisco Pe?rez de Valladolid (1703-1776). Artista organero del Arzobispado de Sevilla', un volumen editado por la Diputacio?n de Sevilla, nu?mero 99 de su coleccio?n Arte Hispalense, que se adentra en uno de los aspectos ma?s desconocidos de los o?rganos, como es su construccio?n, centra?ndose en este organero, uno de los ma?s destacados del tercer cuarto del siglo XVIII.
La presentación del libro ha estado avalada por José Enrique Ayarra, canónigo y organista de la Catedral de Sevilla, que, como investigador, ha escrito diversos libros y artículos para publicaciones especializadas, relacionados con el patrimonio sacro musical andaluz, músicos, instrumentos, producción artística y archivos, además de ser organista del Hospital de los Venerables, desde 1988, y académico de la Real Academia Sevillana de Santa Isabel de Hungría, entre otros méritos.
‘Se trata, sin duda, de una de las personas que mejor conoce la historia de la música de la Catedral de Sevilla, ya que es su organista desde hace más de cincuenta años’, destacaba Carmen Barriga, directora del Servicio de Archivo y Publicaciones de la Diputación.
UNO DE LOS ESCASOS TÍTULOS DEDICADOS A LA MÚSICA EN ARTE HISPALENSE
Tanto el autor como el padre Ayarra, han puesto el acento en la importancia de ‘Francisco Pérez de Valladolid. Artista organero del Arzobispado de Sevilla’, un libro fruto de una exhaustiva investigación de archivo, para llamar la atención sobre unos elementos de patrimonio, como son los órganos, que han recibido poca atención, cuando no han sido directamente víctimas del abandono, el expolio o la destrucción.
Según la directora del Servicio de Archivo y Publicaciones, ‘la Diputación, con esta publicación, ofrece un detallado catálogo de obras de Pérez de Valladolid, con lo que esperamos que sirva para concienciar a los responsables de la importancia de una adecuada conservación de los órganos que encontramos en la provincia’. Los tenemos en: Arahal, Alcalá del Río, Carmona, Fuentes de Andalucía, Las Cabezas de San Juan, Salteras, Utrera y Sevilla, además de pueblos de su antiguo reino y arzobispado, de las actuales provincias de Cádiz y Huelva. ‘Solo podemos ser conscientes del valor de nuestro patrimonio cuando se conoce y se difunde’, añadía Barriga.
Se da la circunstancia de que éste es uno de los escasos títulos de la colección Arte Hispalense dedicado a la música o a algunas de sus manifestaciones. Tenemos que remontarnos a 1979 para encontrar el primero: el número 20, dedicado a Hilarión Eslava en Sevilla. En 1986 se publica el número 41, sobre Francisco Correa de Araujo, organista sevillano del siglo XVII, cuya autoría es, precisamente, de José Enrique Ayarra.
Y hasta el año pasado no apareció otro, el número 98, en este caso dedicado al tenor Fernando Valero, ecijano, que siguió la senda artística de los mejores cantantes líricos del panorama internacional del último tercio del siglo XIX, por lo que su carrera se desarrolló fuera de Sevilla y, de hecho, falleció en Moscú, donde residía.
PEDRO LUENGO
Investigador en activo en la Universidad de Sevilla (nacido en la La Línea de la Concepción, en 1984), su principal línea de investigación está dedicada a la realidad histórico artística europea en Asia, pero mantiene otra sobre cuestiones musicales. Así, ha participado como gestor en el Proyecto Andalucía Barroca (2007) de la Junta de Andalucía, y colabora con los proyectos de investigación dirigidos por Cristina Bordás en la Universidad Complutense de Madrid.
En los últimos años Pedro Luengo ha publicado diferentes estudios musicológicos, que van desde el análisis de las cajas de órganos de Sevilla, la iconografía musical, hasta el conocimiento de figuras como José Antonio Morón o Francisco Pérez Mirabal. Pedro Luengo es también organista, interesado en la recuperación del patrimonio sonoro hispano, y ha ofrecido conciertos como solista en muchos países. En la actualidad, es organista titular de la Basílica de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, en Sevilla.
En este libro estudia a Francisco Pérez de Valladolid (1703-1776), uno de los organeros más destacados en la Sevilla del tercer cuarto del siglo XVIII. Desde su cargo de organero de fábricas del Arzobispado, fue el responsable de avanzar en la modernización y homogeneización del panorama organístico de Andalucía Occidental.
Durante la investigación de archivo, Luengo ha podido documentar su actuación, bien como asesor, bien como autor, en más de treinta procesos constructivos, desde Jaén hasta Castaño del Robledo, en Huelva, y desde la década de los cuarenta hasta finales de los setenta del siglo XVIII.
Se conocen sus proyectos tanto de obras de gran formato como de pequeños instrumentos. A esto hay que añadir la profundidad técnica con la que argumenta sus informes, con lo que los convierte en una fuente muy valiosa para comprender la realidad organística de su momento.