Si bien los estudiosos han analizado exhaustivamente las tesis de Chesterton sobre la familia y la mayor parte de los chestertonianos conocen de sobra su aversión al divorcio, al control de la natalidad y a la eugenesia, el autor inglés esbozó también otro puñado de ideas, quizá menos estudiadas, que desconcertarán al lector de este siglo precisamente por inactuales: la importancia del hogar para la familia y la sociedad, la dignidad del trabajo doméstico y el inevitable reparto de tareas –educativas y logísticas– entre el hombre y la mujer.
Aurora Pimentel expone rigurosamente estas ideas, rastrea sus orígenes filosóficos y se pregunta a continuación por su vigencia. ¿Pueden liberarse de las cadenas de su tiempo? ¿Son acaso válidas para la familia contemporánea, tan distinta de la de entonces? ¿Pueden iluminar la realidad de nuestra época individualista y ultratecnológica…? El presente ensayo nos redescubre la filosofía doméstica de un autor que, pese a haber fallecido hace casi un siglo, no pierde su frescura.