Los misioneros tienen un papel fundamental en la historia de la Iglesia, marcado por el amor y la generosidad, sin límites. Arriesgan su vida porque quieren ser testigos de la Verdad. Ellos, además cumplen, hacen realidad, loa anhelos del Papa Francisco, de «salir a las Perferias a buscar a la gente, a conocer a las personas por sus nombres». Y esta es su misión promordial: salir a anunciar el Evangelio a todas las gentes, como lo hizo San Pablo, patrón de los Propagandistas.
El contenido de esta obra es el fruto de una serie de pinceladas que este misionero comboniano, como una forma más de apostolado, nos envía desde China mensualmente. Los misioneros tienen un papel fundamental en la historia de la Iglesia, marcado por el amor y la generosidad sin límites. Arriesgan su vida porque quieren ser testigos de la Verdad. Ellos, además, hacen realidad los anhelos del Papa Francisco de «salir a las periferias a buscar a la gente, a conocer a las personas por su nombre». Y esa es su misión primordial: salir a anunciar el Evangelio a todas las gentes como lo hizo San Pablo, patrón de los Propagandistas.