Este libro de Francisco Michavila y Antonio Narejos analiza aspectos de la cuestión educativa en los que nuestro país se ha situado habitualmente en desventaja con respecto a otros estados miembros de la OCDE. Su detección, que no pretende ser exhaustiva, constituye el punto de partida de un texto que no aspira al perfeccionismo académico. El listado de tales déficits, la evaluación de su importancia y la urgencia de su corrección se toman como base del diagnóstico que se realiza.
En cada una de las debilidades seleccionadas, se ha escogido un conjunto de indicadores, parámetros y datos para analizarlas mediante su comparación con otros países de su entorno. Afirma Alejandro Tiana, en su Prólogo, que cuando tanto se habla de basarse en evidencias para poder realizar diagnósticos acertados y plantear proyectos de mejora de la educación, encontramos en este libro una buena demostración de cómo se puede proceder para conseguirlo.
En el contexto educativo español, se han seleccionado diversos ámbitos para la evaluación de las posibles mejoras: disponibilidad de recursos, distribución de competencias entre el gobierno central y los gobiernos autonómicos, temporalidad de las medidas adoptadas o que se puedan tomar, y se valoran buenas prácticas en la solución de problemas similares en otros países.