Los electores escoceses tenÃan razones poderosas e Ãntimas para oponerse o defender la independencia en el referéndum del 18 de septiembre. Este libro es una instantánea de esos votantes, la narración de cómo se vivió la cita histórica a ras de tierra, en las calles de Glasgow o Edimburgo, a través de la mirada de los escoceses, pero también de los inmigrantes o de los catalanes que viajaron para la ocasión.
P. Qué le llevó a escribir este libro?
R. La sensación de que muchas historias que escuché aquellos dÃas se quedaron en el tintero. Y la voluntad de desdramatizar y abordar la independencia con tranquilidad, porque este asunto se está viviendo con gran angustia. El anciano Archie Robertson era un ejemplo de cómo afrontarlo con serenidad, por eso le dediqué el tÃtulo.
P. ¿Qué aporta este largo reportaje al debate sobre las elecciones del 27 de septiembre en Cataluña?
R. Una explicación sobre cómo se posiciona la gente cuando tiene que elegir entre dos opciones. El libro reserva un espacio muy importante a las convicciones y situaciones personales de los electores, el mismo que uno le concederÃa a un amigo... si los amigos se dejasen hablar.
P. Cuáles son, a su modo de ver, las principales similitudes entre el proceso vivido en Escocia hace un año y el que está viviendo Cataluña?
R. Hay pocas. En Escocia fue todo más previsible porque se ajustó a un guion pactado. Eso templó mucho los án